¿Qué es el SEO?
¿Alguna vez te has preguntado cómo algunos sitios web consiguen estar siempre en los primeros resultados de Google?
No es magia, ¡es SEO!
El SEO (optimización para motores de búsqueda) es como un conjunto de herramientas que usamos para mejorar tu «puntuación» a los ojos de Google.
El objetivo es claro, lograr aparecer en los primeros puestos y así atraer más tráfico orgánico.
De este modo, ¡tu sitio web puede destacar entre la multitud!
Para ello necesitamos seguir una serie de procesos y técnicas que descubriremos a lo largo de esta entrada.
¿Por qué es importante el SEO?
Cada día, la gente hace miles de millones de búsquedas en Google.
¿Sabías que eso convierte a los motores de búsqueda en una de las fuentes de tráfico más poderosas para los sitios web?
Claro, para aprovechar todo ese tráfico, tenemos que estar ahí, en esos primeros resultados, cuando alguien busque palabras clave relacionadas con tu página.
Cuanto más arriba estés, ¡más gente hará clic en tu enlace!
¿Sabías que la primera posición en Google recibe 10 veces más clics que los resultados en la décima posición?
Y por si fuera poco, los tres primeros resultados orgánicos se llevan la mitad de todos los clics. En resumen, con el SEO mejoras tu clasificación, llegas a más gente, ¡y eso se traduce en nuevos clientes y mayor visibilidad!
Si descuidas el SEO, lo que estás haciendo es dejar esa megaoportunidad de tráfico en una bandeja de plata para tus competidores.
SEO vs SEM: Entendiendo la diferencia
Cuando buscas online, encontrarás dos tipos de resultados:
- Resultados pagados: Aquí la cosa es clara, tienes que pagar por aparecer a través de lo que se llama publicidad de pago por clic (PPC)
- Resultados orgánicos: Aparecer aquí tiene su encanto, tienes que «ganarte» ese puesto con un buen SEO.
Y ahora quizás te preguntes: «Espera, ¿por qué no usar directamente anuncios y listo?»
Bueno, ¡buena pregunta!
Resulta que mucha gente prefiere pasar olímpicamente de los anuncios y hacer clic en los resultados orgánicos.
Lo bueno del SEO es que, aunque requiere esfuerzo y tiempo, genera tráfico continuo que no depende de si has pagado.
¿Que cuál es mejor?
La verdad es que cada uno tiene sus pros y contras, en otro post podríamos ver eso 😉
Las 7 ventajas de implementar una estrategia SEO
¿Quieres que tu marca sea la reina indiscutible de Google?
El SEO es tu arma secreta para conquistar el tráfico orgánico y convertir tu sitio web en un imán para clientes potenciales.
Olvídate de las tácticas oscuras y los atajos dudosos.
El SEO se trata de construir una relación duradera con Google, enamorándolo con contenido de alta calidad y una experiencia de usuario impecable.
Aumenta la visibilidad de tu empresa
Imagina que miles de personas, buscando soluciones a sus problemas, encuentran tu marca en Google.
El SEO te catapulta a los primeros lugares de búsqueda, aumentando tu visibilidad exponencialmente.
Tu sitio web se convierte en una referencia en tu sector, atrayendo tráfico cualificado de forma natural y constante.
Ejemplo: Un estudio de HubSpot reveló que las empresas que aparecen en la primera página de Google reciben un 95% más de tráfico que las que se encuentran en la segunda página.
Atrae tráfico cualificado
No se trata solo de visitas, sino de captar leads valiosos que buscan exactamente lo que ofreces.
Con contenido optimizado para las palabras clave que tus clientes potenciales utilizan en sus búsquedas, tu sitio web se convierte en un imán para clientes potenciales que están listos para comprar.
Ejemplo: Una tienda online de ropa deportiva que implementa una estrategia SEO efectiva puede aumentar sus ventas en un 30% o más.
Genera más ventas
¿Necesitas un nuevo microondas?
Voy a adivinar lo primero que vas a hacer, escribir en Google «Mejores microondas calidad precio»
El SEO te ayuda a convertir visitantes en clientes, aumentando tus ventas y consolidando tu marca como la referencia en tu sector.
Gana autoridad en tu sector
Posicionarse como una marca experta y confiable es crucial para el éxito.
El SEO te permite demostrar tu conocimiento y convertirte en la voz líder en tu nicho, inspirando confianza en tus clientes potenciales.
Ejemplo: Un blog de marketing que publica contenido de alta calidad sobre SEO puede convertirse en una referencia para profesionales del sector, atrayendo nuevos clientes y oportunidades de negocio.
Educa a tu público
El SEO va más allá de las ventas.
Te permite educar a tu público, brindándoles información valiosa y ayudándoles a tomar decisiones informadas.
Crea una relación duradera basada en la confianza y la satisfacción.
Ejemplo: Una empresa de software que ofrece tutoriales y guías gratuitas sobre sus productos puede fidelizar a sus clientes y aumentar la tasa de retención.
Gana a tu competencia
Con una estrategia SEO efectiva, dejarás atrás a tus rivales en la lucha por los primeros lugares de Google.
Domina tu sector y conquista la mayor parte del mercado.
Ejemplo: Un estudio de Ahrefs reveló que las empresas que ocupan el primer lugar en Google para una palabra clave determinada reciben el 27% del tráfico para esa palabra clave.
Mejora tu ROI
El SEO es una inversión inteligente que ofrece un alto retorno a largo plazo.
A diferencia de la publicidad tradicional, sus beneficios se extienden en el tiempo, generando resultados constantes y duraderos.
Recuerda: El SEO no es una carrera de velocidad, sino una carrera de resistencia. Se requiere tiempo, esfuerzo y dedicación para obtener resultados.
Sin embargo, la recompensa es una posición dominante en Google y un flujo constante de clientes potenciales.
¿Te animas a dar el primer paso? Cuentanos tu proyecto
¿Cómo funcionan los motores de búsqueda?
Imagínate un motor de búsqueda como un bibliotecario experto.
La web es su biblioteca inmensa, y su misión es ayudarte a encontrar la fuente de información más adecuada para tus necesidades. Lo logran a través de un sistema muy bien organizado.
Es cierto, Google no es el único motor de búsqueda, pero su popularidad hace que lo usemos como ejemplo. De todas formas, los principios básicos son similares en la mayoría de ellos. Google sigue estos pasos:
Rastreo
Google usa «bots», pequeños programas automatizados, para explorar la web sin parar. Buscan páginas nuevas o que han sido actualizadas. ¿Clave para que te encuentren? ¡Enlaces! Al menos un enlace debe dirigir hacia tu página para que Google pueda dar con ella.
Indexación
Ahora, Google analiza detalladamente cada página. Trata de entender el tema principal, las palabras clave usadas, e incluso evalúa si carga rápido y se ve bien en diferentes dispositivos. Si todo resulta satisfactorio, guarda esa información en su índice – básicamente, ¡una mega base de datos de páginas web!
Mostrar resultados
¡Aquí es donde todo tiene sentido para ti! Al hacer una búsqueda, Google revisa su índice para decidir qué páginas son las mejores respuestas. No solamente mira que coincidan con las palabras que pusiste, sino que sean sitios fiables, útiles y relevantes a tu búsqueda.
Tu trabajo como dueño de un sitio web
Tu objetivo es facilitarles el trabajo a estos «bibliotecarios digitales». Debes asegurarte de que puedan rastrear e indexar correctamente todas las páginas importantes de tu sitio (¡y evitar que indexen lo que no quieres mostrar!).
¿Cómo hacerlo? Sigue recomendaciones técnicas de SEO para asegurarte de que tu web este bien estructurada y sea «amigable» para los motores de búsqueda.
Ahora que tienes una idea más clara de cómo Google encuentra y clasifica las páginas, podemos profundizar.
El siguiente paso es entender con más detalle qué influye a la hora mostrar un resultado de búsqueda por encima de otro.
¡Ahí es donde entra en juego toda la magia del SEO!
¿Cómo funciona el SEO?
Imagina Google como un enorme bibliotecario digital con tropecientas estanterías y trillones de libros.
Para ordenarlo todo, usa herramientas complejas conocidas como «algoritmos», y estos toman en cuenta un montón de factores de posicionamiento para decidir dónde situar tu web.
¿Lo mejor?
No necesitas conocer al milímetro cómo funcionan esos algoritmos (en realidad, ¡nadie lo sabe con total certeza!).
Sin embargo, entender algunas ideas básicas hará que todo el mundo del SEO tenga más sentido y te ayudará a optimizar tus páginas para escalar posiciones en Google.
Relevancia de tu Tema.
Tu primera misión en el SEO es asegurarte de que estás ofreciendo contenido relevante.
¿Sabías que la prioridad máxima de Google es mostrar los resultados más útiles y relacionados con lo que cada persona busca?
Ser relevante va mucho más allá de solo mostrar páginas sobre perros para quien busque «perros» y sobre gatos para quien busque «gatos».
También tiene que ver con satisfacer la intención de búsqueda del usuario, el verdadero motivo por el que ha usado esas palabras en Google.
Tipos de intención de búsquda
- Navegación (Por ejemplo, «Netflix entrar»): Aquí el usuario busca una página web concreta, en este caso Netflix.
- Informativa (Por ejemplo, «¿Quién fue Van Gogh?»): Quiere datos, definiciones, aprender cosas nuevas.
- Comercial (Por ejemplo, «iPhone 15 análisis»): Está evaluando la posibilidad de hacer una compra. Quiere ventajas, desventajas, comparaciones…
- Transaccional (Por ejemplo, «contratar tarifa móvil»): ¡Esta persona está lista para comprar!
Pongamos un ejemplo: Si usas el buscador con la frase «mejor pienso para perros», no te interesa ver artículos sobre distintos tipos de dietas caninas ni recetas de comida casera.
Aunque hablen del mismo tema, no satisfacen lo que tú quieres; ¡necesitas comprar esa comida ya!
Google lo sabe.
Lo ha aprendido al observar el comportamiento de millones de usuarios, y entiende perfectamente por qué has buscando eso concreto.
Por eso, para esa misma búsqueda verás páginas de productos o rankings comparativos para que encuentres las mejores opciones (aquí la intención de búsqueda puede ser tanto transaccional como comercial).
¿Cómo conseguir que mi tema sea relevante?
Lo único que tienes que hacer es prestar atención a los resultados de búsqueda y analizarlos.
Vamos, que busques la palabras clave que quieras posicionar y veas que resultados arroja Google.
A esto de poner las palabras más relevantes de un tema a los SEOs nos gusta llamarlo «palabras clave» o «keywords».
Para encontrar las palabras clave más buscadas en tu campo puedes ayudarte de Google Ads, te permite introducir palabras clave y te devuelve el volumen de búsquedas en su planificador de palabras clave.
#Hack: Si no te aparece el volumen de búsquedas y sólo te aparece un rango, prueba a pagar algo de publi, normalmente con 1€ vale.
Aspectos fundamentales para hacer tu contenido relevante:
- Relevancia temática: Google mira las palabras clave presentes en tu página. Optimiza, usa las más acertadas, ¡pero sin llegar a abusar!
- Tipo de contenido: Asegúrate de que tu formato va a tono con la intención de la búsqueda. Mira de cerca qué está posicionado ahora mismo (páginas de venta, posts informativos, comparativas de producto, etc.)
- Frescura: Si el tema en cuestión suele buscarse para saber información muy reciente (ejemplo: una noticia, actualizaciones sobre algún producto) toca ser diligente al renovar tus contenidos.
- Localización: Para ciertas búsquedas, Google ofrecerá páginas web que estén geográficamente cerca del usuario. Si diriges un negocio local, ¡sigue buenas prácticas de SEO local!
Crea contenido de calidad
Vale, ya encontraste tus palabras clave, ¡enhorabuena por dar el primer paso! Pero aún falta lo más importante: crear contenido que no solo use esas palabras, sino que de verdad conquiste los primeros puestos de Google. La calidad en lo que publicas va de la mano del SEO. No hay uno sin el otro.
Te preguntarás por dónde empezar… y lo cierto es que hasta el mismísimo equipo de Google lo pone así de simple:
Si quieres aparecer arriba del todo, hay que ofrecer cosas increíbles, algo que esté literalmente entre los 10 mejores resultados de cualquier tema. Piénsalo, en una página de búsqueda se muestran tan solo diez resultados principales, ¡compites por aparecer ahí!
Te voy a pasar varios secretos que diferencian lo realmente bueno de lo que cae en el olvido:
- A fondo con el tema: Responde con detalle a cualquier cosa que alguien se pregunte sobre ese asunto. Y olvídate de una idea equivocada: aquí no se trata de una cantidad fija de palabras. ¡Se trata de ser útil y no dejar cabos sueltos!
- ¡Que tu toque sea único! Tu contenido no puede ser uno más, un copia-pega cambiando dos palabritas. Aporta valor en serio, que la persona que haya llegado a tu web se encuentre con algo especial: Una opinión distinta, ejemplos de la vida diaria, gráficos que tú mismo has diseñado…
- Cuidado con las señales E-E-A-T Este palabrejo raro para Google es fundamental: Experiencia, Especialización, Autoridad y Confianza. Ofrece siempre información exacta, fiable, demuestra dominio del tema, cuida tu reputación de cara a tus lectores… no solo dentro de tu blog, sino también con tu forma de presentarte en el resto de internet.
- Que guste leerlo: Fácil de entender, con lógica, frases no muy largas… Olvídate de textos enrevesados que aburren hasta a las ovejas. Piensa ¿este párrafo lo leería con interés? ¿Suena como si se lo estuviese contando a un amigo? Cuidado con las frases pasivas (ser + participio). En su lugar, ¡mucha acción!
Vale, lo pillo… pero, ¿por dónde sigo?
Hay más trucos y, lo creas o no, algunos van ligados a tu psicología como creador de contenido:
- El síndrome del impostor toca pararlo. Es muy, pero que muy común no sentirse a la altura, o pensar que ya todo está más que explicado por expertos y tú no aportas nada nuevo. Si ese miedo te bloquea, piensa ¿no será esa vocecita una prueba de que te estás tomando tu blog en serio y realmente deseas hacerlo bien? ¡Pues es que eres capaz! Empieza escribiendo solo para ti, revisando al día siguiente lo que has puesto, e irás perfeccionando tu estilo con el tiempo.
- La mejor versión de ti. ¿Recuerdas los viejos trabajos del cole, a última hora sin revisarlos dos veces? La magia ocurre en las revisiones: un tiempo entre medias, releer en voz alta, ver si alguna parte es liosa…¡tu yo del futuro te lo agradecerá!
- ¿Tu tema te divierte de verdad? Puede que pienses «tengo que hablar de X porque ahí hay mucho tráfico de búsqueda». Si ese X te produce una pereza infinita, créeme, se va a notar… y los algoritmos tampoco son tontos, a la larga van a percibir que esas páginas ni a ti mismo te convencen.
- La obsesión por los primeros puestos está genial… pero tampoco ahogues tu estilo. Sí, queremos que a Google le chifle lo que creas, pero ¿sabes qué más tiene peso? Tu sello único, tus toques de humor, esas historias que enganchan y que harán que tus lectores tengan ganas de volver a tu blog más allá de «encontrar información».
Si solo tuvieras que recordar tres cosas…
Me quedo con lo más potente de todo:
- El verdadero experto (o experta) eres tú. Puede que haya mucho escrito del tema que elijas. Pero solo tú tienes tus experiencias de vida, tus ejemplos particulares, y tu habilidad humana para transmitir emociones a través de la escritura. ¡Aprovéchalo!
- Esfuérzate como si cada día Google leyera lo que haces. Porque, en cierto sentido, casi es así. No por intentar engañar con artimañas baratas, sino porque el nivel de cuidado y esmero se acaba detectando por sí solo.
- Lo divertido y fácil atrapa (más de lo que piensas). Páginas super técnicas para temas muy específicos ya existen. Atrévete a ser cercano, desenfadado, a meter de vez en cuando un buen meme (siempre que aporte al tema en cuestión).
¡Perfecto! Vamos a darle caña a este post sobre usabilidad web y volverlo muy amigable para que tus lectores lo pongan en práctica de inmediato. Aquí viene una versión mejorada, dinámica, y repleta de ejemplos:
Usabilidad WEB
Te voy a ser sincero: si quieres amor de Google, es imprescindible tratar de maravilla a tus visitantes.
¿De qué sirve esforzarte un montón en el SEO si luego la gente entra en tu página y se siente perdida, o tarda una eternidad en cargar?
Esas malas experiencias hacen que huyan como alma que lleva el diablo, y eso a Google no le gusta nada.
Aquí es donde entra el SEO técnico.
No solo sirve para que los robots de Google puedan analizar tu web de pies a cabeza, también hay que cuidar lo que una persona encuentra al llegar.
Esto último se llama usabilidad, y abarca unos cuantos puntos clave:
- Tu web, un lugar seguro como una caja fuerte: Lo primero y más básico es contar con protocolos de seguridad de verdad. ¿Ves ese candadito cerrado al lado de la dirección URL? Es la señal de que tu web maneja bien datos sensibles, contraseñas, etc (gracias al cifrado HTTPS). Esto hoy en día ya no es opcional, es obligatorio. Si sigues usando HTTP no solo quedarás mal ante tus visitantes, Google también te bajará en los resultados de búsqueda.
- Que no sea más lenta que una tortuga: Cuidado, la paciencia en internet es limitada. Una web que tarda horrores en abrirse (aunque el contenido sea bueno) acaba generando estrés a quien tenga que sufrirlo. Si tus páginas andan arrastrándose, ¡corre a optimizarlas! Y ojo: que se vean a toda velocidad tanto en ordenador como en móviles.
- Pensando en los smartphones: Muchísima gente usa Google desde su teléfono. La tendencia del ‘mobile first indexing’ significa que, a día de hoy, tu web está siendo juzgada principalmente por cómo se adapta a estos bichitos pequeñitos. La letra no puede ser un hormiguero ilegible, hay que darle espacio al scroll sin amontonar imágenes y menús… piensa si con tus propios dedos la manejarías cómodamente.
- ¡Intuición es la amiga!: A veces nos complicamos y queremos ser originales como Picasso a costa de hacer nuestra navegación demasiado enrevesada. Aprende de Amazon, por ejemplo: no importa con cuántos miles de productos trabajen, es facilísimo encontrarlos. Sencillez es la clave de la estructura de una web, con pocos niveles de clics para llegar a una sección, títulos informativos que no confundan…
¿Vas bien? Chequeo rápido por si las moscas
Para saber si andas flojo en alguno de estos puntos, hay herramientas online estupendas (y la mayoría, además, gratuitas):
- Seguridad: Sitios como este te hacen un escaneo en un minuto y avisan si algo anda mal en tu cifrado.
- Velocidad: ¿El clásico y fiable Page Speed de Google o tal vez algo centrado en la parte móvil como [[invalid URL removed]]([invalid URL removed]). Te ofrecen no solo el resultado en bruto, sino también ¡tips para hacer cambios y mejorar!
- Facilidad de uso: Para esto las cosas se complican algo más, porque es complicado que una herramienta detecte lo intuitivo. Lo mejor es un testeo «humano»: reclutar algún conocido para que navegue por tu web mientras le miras por encima del hombro, o que pruebe a completar alguna acción (suscribirse, comprar…). Es increíblemente revelador, ¡te darás cuenta de ciertos fallos a los que uno mismo acaba acostumbrándose!
¿Por dónde empezar si aún tienes trabajo por hacer?
No desesperes, que incluso las «patatas» de webs son arreglables. Aquí, unos ‘quick wins’ rápidos para dar pasos ya:
- El candadito ese sí o sí: Muchos hostings o plataformas web incluyen ya gratis en tu paquete la configuración de seguridad necesaria. Si estás muy pez en tecnología, pídele a tu webmaster o técnico informático que se encargue.
- Imágenes a dieta: ¿Has subido fotos gigantescas porque directamente las cogiste de la cámara? Usa cualquier editor (existen incluso versiones básicas online) para recortarlas a un tamaño web manejable. A mi personalmente me gusta mucho Squoosh, lo puedes utilizar online o bajarte la app
- Plugins solo los justos (si usas WordPress o similar). Esos añaden código, así que a veces ralentizan las páginas. Haz limpieza de lo que no utilices y, si algo imprescindible tiene fama de «tragón», busca alguna alternativa reconocida por ser más ligera.
- Tu menú, la clave: Es algo así como el índice de un libro. Con secciones temáticas claras que eviten a tu lector pensar demasiado de un clic a otro. Es muy común pasarse de frenada aquí con demasiadas categorías y sub-categorías… ¡cuanto más simple, mejor!
Como colofón, una reflexión muy profunda: «trata a los demás como quieras ser tratado»… ¡incluso en tu web!
Ponte en la piel de quien está usando esas pantallas.
Lo que a ti te irrita como usuario, probablemente hará sentir lo mismo a un potencial cliente 😉
¡Vamos allá! Te traigo una versión mejorada de este post sobre construcción de autoridad mediante links, explicado claramente para que tus lectores capten lo más importante:
Enlazado Externo (Backlinks)
Cuando haces SEO, estás jugando en dos campos a la vez: por un lado, conquistar los algoritmos de los buscadores; por otro, demostrarle a gente de carne y hueso que mereces la pena por lo que ofreces.
Los famosos backlinks, esos enlaces desde otras webs que apuntan a la tuya, son un arma poderosa en ambos sentidos.
Piénsalo un segundo con lógica:
Si en una revista de gran reputación citan tu blog, si expertos reconocidos incluyen links a alguno de tus posts… eso demuestra a quienes leen (pero también a Google) que no eres cualquiera, ¡sino que de verdad aportas valor!
Los backlinks de calidad funcionan como sellos de aprobación, son avales que transmiten confianza y autoridad.
Claro, con esa reputación luego vas escalando posiciones en los rankings de búsqueda.
Así que sí, el link building (conseguir esos enlaces) se merece un poco de tu atención. Ya ves que tiene efectos potentes. Veamos a fondo, con ejemplitos y todo, por qué vale la pena el esfuerzo:
Cómo funcionan los backlinks (sin enrollarnos como persianas)
- Cada enlace un empujoncito hacia arriba: No son simples palabritas que se vuelven azules sobre el texto. El buscador sabe verlos y leerlos. Cuantos más enlaces «sólidos» consigas, mayor autoridad percibe para tu web. Ojo, aquí la trampa es querer atajos baratos, ya llegaremos a ello.
- ¿Pero cuáles cuentan?: Hay enlaces buenos, enlaces decentes… y enlaces muy nocivos. Si webs muy chungas, de reputación cero, te enlazan en plan masivo, Google entenderá que tu también mereces ser escondido bajo la alfombra.
- Contexto: Es vital que quien te enlaza trate de temas relacionados con tu contenido. Piensa que alguien no va a recomendar «La mejor panadería» a un amigo si el artículo versa sobre coches… En el mundo de los links pasa lo mismo: tiene que haber coherencia en cuanto a las temáticas.
Estrategías de enlazado externo
Existen muchísimas formas de captar estos «votitos» para tu web, te adelanto algunas clásicas pero infalibles:
- Crea contenido irresistible: Infografías, estudios propios, guías súper detalladas, un recopilatorio único de recursos del sector… Si en el fondo es muy útil o tiene gancho, gente querrá espontáneamente recomendar tus recursos sin que tengas que pedírselo.
- Guest blogging: Colaborar como escritor invitado en otros blogs a cambio de un discreto enlace a tu propia web. Eso sí, busca webs bien posicionadas en tu nicho, y escribe artículos valiosos de verdad.
- Los rotos también cuentan: Revisar páginas que ya existan pero contengan algún enlace hacia webs abandonadas y proponer que lo cambien por uno a tu contenido es una técnica conocida como «Broken Link Building».
¡Cuidado! Atajos peligrosos…
Te lloverán tentaciones.
Granjas de enlaces, esquemas poco transparentes, comprar packs de backlinks… NO son tu amigo.
Esas cosas a día de hoy Google las sabe identificar (lo han perfeccionado durante años). Lo barato a corto plazo acabará penalizándote más que ayudándote.
¡Huye!
O bueno, pruebalo, igual algunos enlaces externos te funcionan y otros no.
#Hack: Te ahorro 5€, los que te venden 1000 enlaces por 5€ en Fiverr no son de fiar, no son enlaces buenos.
Enlazado Interno
Si en un principio los backlinks parecen algo externo, también tienen poder dentro de tu propia web. Es lo llamado enlazado interno, y a veces la gente pasa de ello pero, bien usado, tiene efectos sorprendentes:
- Repasando conceptos: Cuando creas posts nuevos, recuerda mencionar y enlazar a posts más antiguos (¡siempre sobre el mismo tema!). Ese link le envía una señal a Google de que esos artículos están conectados, mejorando la relevancia temática.
- Páginas «VIP»: ¿Tienes esas páginas superestratégicas porque están orientadas a conversión de venta, conseguirte suscriptores a la newsletter…? Estas siempre han de tener links apuntándolas desde otro lado de tu web para que reciban una buena inyección de autoridad interna.
Para cerrar, un sabio consejo del mismísimo equipo de Google, dicho por John Mueller en Twitter: «El enlazado interno es una de las mejores cosas que puedes hacer en una web para guiar a Google y a los visitantes a las páginas que consideras importantes.»
¡Claro que sí! Vamos a reescribir estos «mandamientos del SEO» con un poco de chispa e ideas adicionales que capten rápido la atención de tus lectores:
7 realidades sobre el SEO que todo el mundo debería tatuarse en el cerebro
Bueno, lo del tatuaje era broma, pero estas verdades son para tenerlas siempre presentes si quieres posicionarte, ¿eh?
- Aquí no engañas a nadie (bueno, a Google tal vez sí le des pena y te ignore): A ver, hay mil tácticas turbias. ¿Funcionan a corto plazo? A veces, si tienes suerte de no ser pillado. ¿A largo plazo? Van directo a la papelera de reciclaje, ¡y tu prestigio con ellas! En serio, lo único que hace que aguantes de verdad en el tiempo es aportar valor de verdad a quien te lee, y así es como ganas amor de Google, a lo duradero.
- Esos truquitos mágicos y milagrosos… ¡son cuento chino!: ¡Deja ya de buscar «el hack definitivo»! Sí, es mucho más sexy leer sobre cosas nuevas y complejas que oír lo de toda la vida, pero… al final lo que manda es la consistencia en lo bien hecho. Tus pilares siempre serán esos: palabras clave adecuadas, estructura limpia, contenidos currados que respondan a lo que tus lectores buscan…
- Paciencia, esto no son lentejas: Esto del SEO es un trabajo hormiguita, a fuego lento. Si eres de los que quieren ser influencers en cinco minutos, mala suerte. Claro que a veces puedes ver algún resultado chulo por arreglar algo urgente (un desastre técnico, por ejemplo), pero lo usual es contar en meses, ¡no días! Si mentalmente tienes esto claro, evitarás mil desilusiones.
- Si eres de plugins para todo… esto no es lo tuyo: Hay plugins útiles, ojo, ¡que nadie se piense lo contrario! Pero te los venden como el remedio a absolutamente todo, y es mentira. Tu web no «magia potagia» se vuelve SEO por esa simple instalación. Son, por poner un ejemplo, como esos multivitamínicos para el cansancio: Ayudan, pero si no llevas una buena alimentación y hábitos saludables, sirven de poco.
- ¡Se acabó trabajar a ciegas! No eres una máquina SEO: Todo buen estratega en este mundo se obsesiona con conocer a su público. ¿Cuál es el tuyo? ¿Qué frases usan? ¿En qué blogs paran? Sin esa info, tus acciones van a dar palos de ciego, por muchas optimizaciones que te marques. ¡El SEO empieza por entender gente!
- Vale, tu sitio está chulo y muy posicionado… ¡y ahora qué?: Atraer gente es una cosa, pero ¿entonces le vendes cualquier cosa? Si el producto o servicio que andas ofreciendo no vale un pimiento, todo lo anterior de nada te sirve. Por muy guapo que esté tu escaparate, si dentro hay morralla, la gente se irá decepcionada. ¡Hay que currarse también lo fundamental! El SEO te ayuda a que te encuentren, no a timar al cliente.
- Relájate, ¡esto no acaba nunca! ¡Tranqui, es bueno!: Siempre puedes rankear un poquito más alto, mejorar lo que ya tienes, probar alguna cosilla nueva… el mundo online va super rápido, y tus competidores se van a comer los codos para adelantar posiciones. Así que, más que ver esto como algo agobiante, tómatelo como un reto que te mantiene alerta y aprendiendo continuamente.
Pero antes de nada… una verdad número cero
Lo más importante: Si el SEO te aburre hasta las entrañas, ¡busca ayuda!
No lo fuerces solo para estar de moda.
Es mejor delegar la parte técnica en algún experto en quien confíes, y tú céntrate en hacer brillar tu negocio por ser el mejor en lo que sea que haces.
¡Al final, la pasión que le pongas es lo que hará que Google también se de cuenta! 😉
